La noticia de que un hijo/a/e es transgénero puede ser un shock, y la mayoría de los padres y las madres pasan por ciertas etapas. Las etapas que se indican a continuación no siempre ocurren en orden -o sólo una vez- y algunas pueden no ocurrir en absoluto. Algunas etapas pasan rápido, otras lentamente. Pero las siguientes etapas pueden representar la lucha por aceptar un cambio enorme en su familia.

Muchos acontecimientos de la vida pueden desencadenar sentimientos que usted pensaba que ya había superado. Por ejemplo, si su hijo/a/e empieza a salir con alguien, se va a la universidad o se encuentra con acoso o comentarios hirientes, puede usted sentir que ha retrocedido a una de las etapas anteriores. Esto es común. Permítase trabajar con esos sentimientos y recuperar el equilibrio.

Etapa 1 – Negación

La negación o incredulidad inicial es común. Aunque muchas personas nos preguntamos si nuestro hijo/a/e es transgénero incluso antes de que nos lo diga, normalmente reprimimos y negamos esta posibilidad por miedo a lo que la verdad pueda significar para nuestra familia o para su futuro.

Incluso después de que una persona transgénero en la niñez sale del clóset, los padres y las madres pueden tener la esperanza que se trate de una fase, sea rebelión o un experimento. Sin embargo, cuando da el gran paso de decir que tiene una identidad de género diferente, es importante tomarle la palabra.

Esto puede ser difícil, porque significa enfrentarse realmente a lo que ser transgénero puede significar para ambos. La mayoría de las personas no se preocupan en comprender lo que significa ser transgénero hasta que les afecta personalmente. Es posible que usted se encuentre en un territorio nuevo e inexplorado.

Etapa 2 – Duelo

El duelo es la tristeza causada por una pérdida. Podemos lamentar la pérdida de la persona que «conocimos» y del futuro que alguna vez deseamos. Lamentamos la desaparición de la vida que imaginábamos para esa persona. Se necesita tiempo para lamentar la muerte de los sueños que teníamos para nuestro hijo/a/e, centrados en acontecimientos de la vida propios del género. Por ejemplo: un padre puede experimentar tristeza relacionada con la expectativa de llevar a su hija al altar el día de su boda.

Como ocurre con muchos cambios, con el tiempo se van construyendo sueños nuevos y nacen nuevas esperanzas. Algunas pueden permanecer pero se expanden, como cambiar la esperanza de una buena esposa o esposo, por la esperanza de una buena pareja/cónyuge. Pero las esperanzas y sueños fundamentales pueden perdurar, como el amor y la felicidad, el éxito profesional o formar una familia.

Etapa 3 – Culpabilizar/Culparse

Muchos padres y madres sienten la necesidad de encontrar una razón, lo que puede llevar a un sentimiento de culpa o a culpabilizar a otros. Nos culpamos, preguntándonos si hemos hecho algo «mal». Culpamos a nuestros hijos/as/es por haber “cambiado” y por obligarnos a reajustar nuestra visión. Incluso podemos culpar a sus amistades, parejas u otras personas transgénero, creyendo erróneamente que sintió atracción a esta identidad por influencia de otras personas.

Las investigaciones demuestran que ser gay o transgénero no es el resultado de ninguna elección, comportamiento o acontecimiento específico. El cambio del sexo asignado al nacer no es una enfermedad, ni una elección. La identidad de género es una variante de la sexualidad y el desarrollo humanos que surge como resultado de complejas interacciones de factores biológicos, genéticos y hormonales. Además, cada vez se entiende más, sobre todo entre personas más jóvenes, que el género es más bien un punto en un espectro. Que masculino y femenino son sólo dos de las muchas formas posibles de expresar y vivir el género.

Etapa 4 – Miedo

Tememos a lo que no entendemos, y para la mayoría de los padres y las madres hay muchas incógnitas cuando se trata de lo que significa ser transgénero. Tememos a las reacciones de las demás personas y a decir lo que puede parecer una verdad difícil. Tememos ser juzgados y perder a nuestras amistades, familia y/o comunidad religiosa. Tememos al odio, la violencia y la discriminación que nuestro hijo/a/e transgénero pudiera encontrar y tener que soportar. Todas estas posibilidades son realistas tanto para los padres y las madres como para sus hijos/as/es, por lo tanto, es aún más importante apoyarse mutuamente y afrontar juntos los cambios.

A veces, el miedo puede estar justificado. Si cree que una amistad o familiar será hostil, puede optar por protegerle guardando silencio con respecto a su identidad transgénero. Esto no es necesariamente malo, siempre y cuando sienta que le está apoyando.

Su hijo/a/e debe determinar a quién lo contará y el momento en el que lo hará, ya que será la persona responsable del resultado. La niñez transgénero puede sentir más seguridad si sólo lo saben sus amsitades y su familia. O puede que busque cambios en su apariencia que hagan una declaración más pública de esto. Sea cual fuera su nivel de expresión, es importante dejarles marcar su propio ritmo y tener la iniciativa. Siga sus indicaciones. Pregunte si tiene dudas. Por ejemplo:»¿Te importaría que le dijera a la tía Kay que eres transgénero?»

Si su hijo/a/e tiene apertura, es importante seguir su ritmo y mostrarle apoyo. Cuando una familia no es abierta sobre la identidad de género, a veces se dice que está en el «Segundo Clóset». Esto puede ser algo bueno si su niño/a/e necesita privacidad, pero puede ser algo muy malo si ve esto como silencio provocado por vergüenza.

Etapa 5 – Enojo

Podemos sentir enojo con…

  • La sociedad o los gobiernos, por permitir o promover la discriminación.
  • Nosotros/as mismos/as, por no haber reconocido antes la verdad.
  • Nuestro/a/e hijo/a/e, por causar turbulencia en nuestra familia.
  • Otros/as integrantes de la familia, cuando se intensifican los sentimientos, ya sea a favor, o en contra de la persona transgénero.
  • Dios, por «permitir» que nuestros seres queridos sean transgénero, porque sus vidas serán más difíciles.
  • «¿Por qué yo?» y «¿Por qué mi hijo/a/e?» son sentimientos comunes.
  • Nuestra comunidad religiosa, por rechazar o condenar a las personas transgénero y a sus familias.

Es importante que lidie con su propio enojo y no dirigirlo hacia su hijo/a/e. No espere que le explique todo. La información puede ayudar a combatir la ira, y educarse a sí mismo/a es un buen primer paso, pero esto es un trabajo que le corresponde hacer a usted. Hay varios libros en nuestra lista de recursos que pueden serle útiles para entender su experiencia. Hablar con familiares o amistades de confianza o buscar orientación con terapeutas, también son buenas opciones para ayudar a lidiar con el enojo.

Puede ser de utilidad recordar que su hijo/a/e, le ha brindado el honor de ofrecerle sinceridad y honestidad. La decisión de no esconderse más y el anhelo de vivir de forma más honesta y auténtica, son motivaciones poderosas para muchas personas transgénero. Intente honrarlos manejando sus emociones a medida que aumenta su comprensión.

Etapa 6 – Autorrealización

Con esta etapa, llega la comprensión de que somos nosotros/as, y no nuestro hijo/a/e, quien debe cambiar. ¿Cómo se puede lograr?

  • Redibujando nuestra imagen familiar para incluir esta nueva realidad.
  • Apoyándole, y a la familia que ha creado o crearán.
  • Rodeándonos de otros padres, madres y amistades cariñosas.
  • Encontrando una comunidad de fe que nos nutra.
  • Aprendiendo todo lo que podamos y ayudando a otras personas a aprender también.

Es posible que otros integrantes de la familia no lleguen a esta comprensión al mismo ritmo, pero a medida que cada persona acepte y apoye a su hijo/a/e transgénero, éste/a adquirirá una mayor sensación de seguridad y comunidad.

Etapa 7 – Aceptación

En pocas palabras, esto significa poder amar a su hijo/a/e transgénero, no a pesar de lo que es, sino tal y como es.

La aceptación, crea un espacio seguro en el que puede construir una vida buena y convertirse en su mejor versión. Ya que siguen necesitando cosas que sólo los padres y las madres pueden proporcionarles poderosamente, como: el amor, el ánimo, la comprensión y una visión esperanzadora del futuro. Además, muchos padres y madres descubren que su hijo/a/e es más feliz, más resiliente y con más apertura y conexión a medida que crece la aceptación familiar.

Usted puede convertirse en un recurso para otras familias, ayudándoles a encontrar apoyo. También es útil leer historias de padres, madres y otras familias que han compartido experiencias similares a la suya. Puede leer las historias de otros padres y madres en la sección «Historias de familias» en el sitio web de StrongFamilyAlliance.org. Cuando se sienta listo/a, considere la posibilidad de compartir también su propia historia.

Al final de esta guía, incluimos un artículo reimpreso sobre la crianza de un hijo transgénero, para ofrecer el punto de vista de un padre más avanzado en esta travesía.

“La mayor libertad llegó a mí cuando me di cuenta que la (su) condición de ser transgénero, no era un defecto, sino un regalo en mi vida… Me he acercado a mi hija y la he visto ser más feliz cada año. Este viaje me ha hecho mejor padre y mejor persona.”

~
Padre de una hija transgénero de Oregon