La Jornada Para los Padres

Al enterarse que un niño es LGBTQ, uno puede pasar por una gran conmoción emocional. De hecho, hay etapas por las que la mayoría de los padres pasan—como las etapas a continuación. Sin embargo, quizá no ocurran en orden, quizá ocurran sólo una vez o quizá no ocurran del todo. Algunas etapas pasan rápidamente, otras lentamente. Estas etapas representan la lucha para aceptar un cambio enorme en su familia.

Hay ciertas situaciones que desencadenan emociones del pasado. Por ejemplo, si su hijo(a) comienza una relación, se muda para ir a la universidad o confronta un abuso o un comentario hiriente, uno puede sentir como si hubiera regresado a una de las etapas anteriores. Esto no es fuera de lo común. Permítase resolver esas emociones y recuperar su equilibrio.

  • Rechazar la realidad

    El rechazar la realidad es algo muy común. Aunque muchos de nosotros nos preguntemos si nuestro hijo(a) es gay incluso antes de que nos diga, casi siempre suprimimos y negamos esta posibilidad por miedo a lo que la verdad pueda acarrear a nuestra familia.

    Incluso, después de que un(a) joven sale del closet, muchos padres tienen la esperanza de que solamente sea una fase por la que esté pasando, una rebelión o un experimento. Sin embargo, cuando un(a) joven toma el paso importante de decirle a un padre que él o ella es gay, es importante tomarlos en cuenta. No es fácil ya que significa enfrentar lo que el ser gay realmente significa para su hijo(a) y para usted.

  • Aflicción

    La aflicción es un profundo sentimiento de tristeza por una pérdida. Este sentimiento es algo muy común para un padre cuyo hijo(a) sale del clóset, ya que nos aflige la pérdida del hijo(a) que “conocíamos”, al igual que el futuro que esperábamos para él(ella). Lamentamos que la vida que nos imaginábamos para ellos se ha esfumado. Solo el tiempo nos ayuda a superar la muerte de los sueños de una vida heterosexual para nuestro hijo(a). Por ejemplo, un padre puede preguntarse si acaso entregará la mano de su hija en matrimonio.

    Así como en muchos cambios, con el tiempo se construyen nuevos sueños y surgen nuevas esperanzas. Algunas esperanzas pueden transferirse, como el cambiar la esperanza de una buena esposa / marido a la esperanza de una buena pareja / cónyuge. Pero las esperanzas y los sueños fundamentales pueden perdurar—como el amor y la felicidad, el éxito profesional o el inicio de una familia.

  • Culpa / Remordimiento

    Muchos padres sienten la necesidad de buscar una razón, lo cual lleva a la culpa y al remordimiento. Nos culpamos a nosotros mismos, preguntándonos si hicimos algo mal. Culpamos a nuestros hijos(as) por «cambiar» y por obligarnos a reajustar nuestra visión de ellos(as). Incluso podríamos culpar a sus parejas y a otras personas gays o transexuales, creyendo erróneamente que nuestro hijo(a) fue atraído a esa vida por la influencia de otros.

    Hay estudios que demuestran que el ser gay o transgénero no es culpa de nadie. Éstas no son enfermedades, padecimientos o elecciones. Son variantes normales de la sexualidad humana y la identidad de género que surgen como resultado de interacciones complejas de factores biológicos, genéticos y hormonales.

  • Miedo

    Tememos romper el silencio y decir la verdad. Tememos ser juzgados y perder a nuestros amigos, familia y comunidad en la fe. Tememos el odio, la violencia y la discriminación que nuestros hijos(as) pueden afrentar y soportar. Estos miedos son posibles tanto para padres como para hijos, lo cual amerita el apoyarse mutuamente y navegar este cambio juntos.

    Hay veces en las que el miedo se puede justificar. Si siente que un amigo o miembro de la familia será hostil, puede elegir proteger a su hijo(a) guardando silencio sobre su identidad LGBTQ. Esto no es necesariamente algo malo, siempre y cuando apoye a su hijo(a). Su hijo(a) debe determinar quién sabe y cuándo decirlo, porque él(ella) acarreará con el resultado.

    A una familia se le llama «Segundo Clóset» cuando ésta esconde la identidad de su hijo. Tal silencio está bien si el joven necesita privacidad, pero no si el joven relaciona tal silencio con pena o vergüenza.

  • Ira/Enojo

    Nos podemos sentir enojados con…

    • Nosotros mismos por no haber reconocido la verdad antes.
    • Dios por «permitir» que nuestros seres queridos sean homosexuales o transgéneros porque tal vez tengan una vida más difícil. «¿Por qué yo?» Y «¿Por qué mi hijo(a)?» Todas estas son emociones muy comunes. hy my child?” are common feelings.
    • Nuestra comunidad religiosa por rechazar o condenar a las personas LGBTQ y a sus familias.
    • Nuestro hijo(a) por causar trastornos en nuestra familia.
    • Otros miembros de la familia cuando los sentimientos se intensifican para o contra el joven LGBTQ.

    Es importante lidiar con su propia ira y no dirigirla hacia su hijo. Es útil el recordar que su hijo(a) le ha brindado su respeto al ser sincero y honesto con usted. El tomar la decisión de no mentir más es una gran motivación para muchas personas LGBTQ.

  • Auto-Superación

    Durante esta etapa, resurge un profundo entendimiento que nos ayuda a comprender que somos nosotros, no nuestro hijo(a), quien debe cambiar. ¿Cómo? Estamos dispuestos a:

    • Rediseñar nuestra imagen familiar para incluir esta nueva realidad
    • Apoyar a nuestro hijo(a) y a la familia que tiene o creará
    • Rodearnos de otros padres y amigos cariñosos
    • Encontrar una comunidad espiritual que edifique
    • Aprender lo más que podamos

    Es raro que todos los miembros de la familia coincidan en esta etapa, pero a medida que cada uno de ellos vaya aceptando y apoyando al joven LGBTQ, su sentir de comunidad y de seguridad irá aumentando.

  • Aprobación

    Sencillamente, esta etapa significa amar a su hijo(a) LGBTQ, no a pesar de lo que son, sino tal como son.

    El aceptar a su hijo LGBTQ crea un espacio seguro donde él(ella) pueda construir una buena vida y llegar a ser lo mejor que pueda ser. Aún necesita cosas que sólo sus padres pueden proporcionar—amor, ánimo, comprensión y una visión llena de esperanza para el futuro.

Las Etapas de Salir del Clóset fueron extraídas y modificadas con el permiso de Richard Niolon, Ph.D., www.PsychPage.com y Parents Reconciling Network.

“De repente siento que ya no conozco a mi hija.”

~
Carolyn de Tejas

MADRE DE UNA HIJA LESBIANA PRE-ADOLESCENTE

“Jamás debemos renunciar o juzgar a nuestros hijos e hijas. Sólo hay que dar un paso a la vez.”

~
Jim de Edimburgo, Escocia

PADRE DE UN HIJO GAY