Testimonio de un adolescente no-binario
10.09.2021Si eres papá o mamá de un hijo o hija LGBTQ que acaba de salir del clóset puede ser que te esté costando trabajo saber cómo reaccionar. Nosotros también somos padres de hijas e hijos LGBTQ y queremos ayudarte a pasar por esta encrucijada. Es un proceso que requiere paciencia, una comunicación abierta, y algo que suele ser la parte más difícil para los padres: estar dispuestos a aceptar que podemos equivocarnos a pesar de que tengamos buenas intenciones.
El siguiente testimonio escrito por una adolescente no binaria resalta la importancia de cómo los padres respondemos al hecho de que nuestros hijos o hijas LGBTQ hayan salido del closet, llama la atención el poder que el amor tiene en estos momentos, así como los mensajes confusos que muchas veces reciben por parte de sus seres queridos. Después de que un hijo o hija sale del closet, es común que el papá o la mamá quieran seguir adelante inmediatamente o descartar sus sentimientos pensando que son solo producto de los cambios hormonales de la adolescencia. Sin embargo, lo que más necesita tu hijo en este momento es la afirmación. Los padres no somos detectives con la responsabilidad de averiguar cuál es la identidad de género u orientación sexual “verdadera.” de nuestros hijos, lo que realmente importa en el proceso de salir del closet es escuchar a nuestros hijos y hacerles saber que respetamos su coraje y honestidad, también es muy importante agradecerles por confiar en ti, y seguir demostrando tu amor por él o ella en todo momento.
Un joven que se declara LGBTQ a su familia es emocionalmente vulnerable. Es común que los que reciben la noticia se sientan alterados y agobiados. Lo más probable es que tanto la persona LGBTQ como su familia cometan errores — este es territorio nuevo para la mayoría de las familias.
Esperamos que la información en nuestra página web te guíe para encontrar el camino hacia el amor, para ayudar a tu hijo, y mantener a tu familia muy fuerte.
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“Cuando le dije a mi mamá que era LGBTQ, estaba aterrada. Tenía mucho miedo de que lo rechazara, que me rechazara a mi, que se enojara conmigo. Lo escondí por todo el tiempo que pude, hasta que todos sabían menos ella, y ya no tenía otra opción.
Esperé a que estuviéramos arriba del carro, el cual era un espacio neutro, y se lo dije. Le dije “Mamá, no creo que sea niña, pero tampoco creo que sea niño. Creo que soy no binaria.” Nos quedamos en el carro un rato en silencio. Luego ella empezó a hablar.
Me dijo que yo era joven, que realmente yo no entendía lo que era ser mujer. Me dijo que tenía que esperar un tiempo para ver si era no más una fase temporal o si estos sentimientos eran para quedarse. Cuando llegamos a la casa, me regaló unos libros sobre “qué significa ser mujer.” Nunca leí los libros. El hecho de que ella no me creyó me lastimó.
La próxima vez que salí del closet fue unas semanas después. Le dije “Mamá, aún no me siento como niña o niño. Soy no binaria.” Ella se quedó callada. Después no más dijo “Okay.” Ya no dijo nada más.
Hasta la fecha no sé si realmente me cree. Todavía me dice hija y usa el pronombre “ella” para hablar de mi. No estoy molesta con ella, creo que para ella siempre seré su niñita, pero es difícil para mi. Es difícil escucharla cuando habla de mí con sus amigas, porque esa persona no soy yo. Es la idea que ella tiene de mí y no sé si algún día lograré cambiar esa idea que tiene. Sin embargo, sé que soy afortunada de tener una mamá que no sea transfobica y que haya aceptado mi identidad cuando se la presenté, aunque no lo entienda.”
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Si te identificas con la mamá en esta historia, no estás sola. SFA existe para apoyar a los papás como tú. Recomendamos que leas Consejos para apoyar a su hijo en nuestra página web para que te sientas más preparada al momento de conversar con tu hijo.